Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras - El mes de agosto es un mes muy importante para las mujeres indígenas y campesinas que trabajan sembrando la tierra, es el tiempo de cosecha de los granos básicos; del maíz y los frijoles que son el centro de nuestra cultura alimentaria. También es un mes en el que nos visita la lluvia que nutre la tierra y que acompaña el trabajo de preparación para una nueva fase de siembra.
La tierra es un elemento central de la vida y su continuidad, eso lo sabían muy bien nuestras compañeras Margarita Murillo y Macarena Valdés, por eso ambas defendían sus comunidades contra la expropiación de terratenientes y proyectos de empresas nacionales y multinacionales que abundan para sus propio enriquecimiento, sin importar el despojo y la contaminación cada vez mayor de la tierra, los bosques y los ríos.
Margarita Murillo estaba cultivando la tierra comunitaria de su grupo campesino el 27 de agosto de 2014 cuando fue asesinada, a cuatro años de su asesinato el estado de Honduras no ha dado indicios de justicia. Antes había sido perseguida, secuestrada y torturada con la intención de hacerla renunciar a la lucha de las mujeres campesinas por la tierra.
Esta misma situación de injusticia e impunidad se expresa en el asesinato de Macarena Valdés, líder de la resistencia Mapuche de la comunidad de Tranguil, comunidad invadida por empresa hidroeléctrica austriaca RP Global, en alianza con la chilena Sociedad Austral de Electricidad S.A. -SAESA-). La mataron el 22 de agosto de 2016 mientras se preparaba para llevar a uno de sus hijos a la escuela.
Ante sus asesinatos y la impunidad que prevalece de parte de los sistemas de justicia de ambos estados; El Hondureño y El Chileno, denunciamos y exigimos:
Denunciamos: que cada vez son más los asesinatos que se realizan con un ensañamiento patriarcal en contra de las defensoras de la tierra, por lo que los nombramos como: femicidios territoriales, y femicidios empresariales.
Decimos a los estados capitalistas, patriarcales y dictatoriales que los asesinatos en contra de nuestras compañeras no quedaran en la impunidad, ni en el olvido, y que vamos a continuar denunciando sus crímenes.
Desde la Red Nacional de Defensoras nos encontramos en memoria y para hacer justicia por nuestras compañeras Margarita Murillo y Macarena Valdés, tejiendo puentes contra las fronteras coloniales, para nombrarlas presentes en todas nuestras luchas, honrar su memoria, y escribir sus nombres, sembrar la semilla de sus palabras en la resistencia contra el patriarcado, el capitalismo y las dictaduras.
Tegucigalpa, M.D.C., 27 de agosto de 2018