«La reconstrucción de la historia muestra que las mujeres sólo han logrado conquistas sociales allí donde y cuando ha habido mujeres luchando conscientes y protagonizando esas conquistas».
La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras (RNDDH), desarrolló el miércoles 29 de enero su primera jornada de Análisis de Coyuntura Nacional, un espacio de reflexión y discusión política para mujeres que reconocen los problemas estructurales del país y se interesan en la generación de estrategias de transformación política, social, económica y cultural desde un enfoque feminista.
La jornada fue moderada por la periodista Sandra Maribel Sánchez, quien abrió la discusión cuestionándose a si misma y a las compañeras presentes sobre el rol de las mujeres en el contexto socio político actual y las posibilidades de construir y echar a andar un país diferente en un contexto de violencias, inseguridad ciudadana, impunidad y corrupción.
Para dar pie a la discusión, Sandra Maribel resaltó que el pilar sobre el que se sostiene el actual contexto nacional, es el hecho innegable de que vivimos bajo una dictadura, una que, a diferencia de otras dictaduras, no ha necesitado disolver a los otros dos poderes del Estado para instalarse como tal, ya que encontró en el legislativo y el judicial, y en general, en la institucionalidad pública del país, nichos plenamente funcionales para respaldar e impulsar sus propósitos. Sobre esta realidad se erigen otros elementos coyunturales que fueron mencionados durante la jornada.
Entre ellos:
- La relación privilegiada de la empresa privada vinculada comercialmente con el Estado; la cual ha logrado invisibilizar bajo su sombrilla de privilegios al sector informal de la economía, a pesar de ser estos los que generan el 70.7% de las oportunidades de empleo en el país.
- Un presupuesto general del Estado nefastamente distribuido, que se acerca a los 282 millones de lempiras, de los cuales unos 42,500 millones (cerca de la tercera parte) ha sido destinada para el pago de la deuda externa.
- La exoneración de pago de impuestos a unas pocas empresas privilegiadas, que suma cerca de los 40,060 millones de lempiras, cifra que irónicamente es proporcional al monto destinado para el pago de la deuda externa.
- Una deuda flotante que hace que la deuda pública general del país ascienda a los 15 millones de dólares, y una deuda interna cercana a los 6,500 millones de dólares y que ha sido, en su mayoría contratada para el pago de burocracias y contratos de empresas generadoras de energía.
- 15,285 millones de lempiras destinados a seguridad y defensa nacional, que representan más de la mitad del presupuesto asignado a educación, y la cifra se vuelve más escalofriante cuando es comparada con los 15,765 millones asignados al sistema nacional de salud.
- La pérdida anual de más de 50 mil millones de lempiras en actos de corrupción, que es el equivalente al presupuesto asignado anualmente a educación y salud, juntos.
- Una creciente aplicación de medidas neoliberales que viene acompañada con el desmontaje progresivo de toda la institucionalidad pública, llevándose consigo de encuentro a instituciones como Hondutel, el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola y el Instituto Hondureño de Seguridad Social.
- Además, como ejemplo de la captura de la institucionalidad con propósitos específicos, la apropiación por parte del Estado de instancias como el Comisionado de los Derechos Humanos y el Mecanismo de Protección de Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia, lo que resulta altamente conveniente para los fines gubernamentales, ya que no existe una instancia accesible que refleje en cifras la vulneración y la persecución, y que brinde verdadera protección a quienes la necesitan.
- Simultáneamente a estas realidades, el rol cada vez más activo de las Fuerzas Armadas y su interacción cada vez más cercana con la población, siendo un elemento represivo preponderante durante las muestras de manifestación pública.
- Asimismo, la asignación a las Fuerzas Armadas de un programa de desarrollo agrícola de 4 mil millones de lempiras, sin cuestionamientos de cualquier instancia o autoridad pública, naturalizando con esto la militarización comunitaria.
- La salida de la MACCIH con la no renovación de su convenió, lo que incentiva el clima de impunidad en el país e impactará negativamente en las mediciones internacionales sobre transparencia.
- La presentación ante el Congreso Nacional del proyecto de “Ley de Consulta Libre, Previa e Informada”, la cual resulta lesiva para el derecho de autodeterminación de los pueblos y el respeto por la soberanía de los territorios.
- El fenómeno migratorio y los principales factores expulsores, que como consecuencia contabilizan a más de 40 mil personas deportadas hasta 2019, decenas de pobladoras y pobladores de comunidades en resistencia expulsados del país, y cientos de personas desaparecidas.
- El aumento de casos de violencia hacia la mujer y la alarmante cantidad de 29 femicidios reportados durante los primeros 29 días del año 2020.
- Y, el desplazamiento de las agendas de las organizaciones sociales por el prematuro lanzamiento de la campaña electoral y su impacto en el clima de violencias contra las mujeres.
Estos y otros temas contextuales de país fueron abordados mediante una mirada colectiva y la participación y debate de mujeres que se mueven dentro de distintos espacios, movimientos y organizaciones, pero que comparten un mismo enfoque: la búsqueda de la reivindicación de la palabra común de las mujeres para la toma de decisiones conscientes.
Para aportar a este fin colectivo, los espacios de Análisis de Coyuntura Nacional, se estarán realizando como iniciativa de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, todos los últimos miércoles de cada mes, convocando a mujeres interesadas en fortalecer sus discursos y compartir espacios de reflexión y discusión política constructiva.