Las defensoras Katherine Hernández, Kosovo Estrada, Tania Muñoz y Violeta Granera, sufrieron ataques y hostigamiento en sus casas por parte de policías y paramilitares afines al gobierno de Daniel Ortega. El asedio se dio durante la noche del 5 de marzo y la madrugada del 6 de marzo en distintas partes del país.
Estas agresiones ocurren el día en que se aprobaron sanciones económicas por parte del gobierno de Estados Unidos contra tres funcionarios de la Policía Nacional y contra la institución policial entera. También se dan dos días antes del 8 de marzo, fecha en la que el movimiento de mujeres debería salir a marchar a las calles y realizar distintas actividades públicas. Con el cierre de los espacios cívicos y la escalada de violencia por parte del gobierno, las mujeres nicaragüenses tienen más de 10 años de no poder manifestarse libremente o defender derechos humanos sin sufrir asedio, amenazas, acoso e intimidación por parte del Estado.
Exigimos una vez más al gobierno de Nicaragua detener el acoso y la violencia contra las defensoras de derechos humanos y sus familias. Pedimos a la comunidad internacional mantener su atención sobre Nicaragua, en especial las mujeres nicaragüenses organizadas y el movimiento feminista, que no podrá ejercer su derecho a la libre expresión este 8 de marzo.