Mapeo de la IM-Defensoras pone en evidencia cómo la emergencia sanitaria exacerbó el autoritarismo y las condiciones de precariedad y riesgo que enfrentan las defensoras mesoamericanas de derechos humanos.
La publicación revela que pese al contexto adverso y que los Estados no han considerado esencial su trabajo, las defensoras han continuado con su labor de organización comunitaria y defensa de derechos humanos.
Entre el 29 de mayo y el 4 de julio de 2020, un total de 475 defensoras de derechos humanos, 83 de El Salvador, 84 de Guatemala, 101 de Honduras, 103 de México y 98 de Nicaragua, participaron en una investigación de la IM-Defensoras cuyo principal objetivo fue entender de qué manera la irrupción de la COVID-19 impactó la vida, la acción política y la labor de las mujeres que defienden derechos en Mesoamérica.
El mapeo, presentado este 3 de junio de 2021, muestra cómo la pandemia no sólo exacerbó la violencia, sino que también se convirtió en el pretexto perfecto para aumentar el autoritarismo y reforzar la militarización.
Más violencia y autoritarismo
En Honduras, el gobierno decretó la suspensión de derechos y garantías constitucionales, en Guatemala se impuso el estado de sitio en comunidades especialmente activas en la lucha contra el extractivismo, mientras que en El Salvador se impuso un confinamiento obligatorio en el marco del cual varias defensoras fueron objeto de detenciones arbitrarias y privaciones de libertad por más de treinta días.
66% de las defensoras consideraron que en el contexto de COVID-19 ha aumentado el riesgo que enfrentan por defender derechos humanos. Esta tendencia se hace más evidente entre las defensoras que viven en entornos rurales (73%).
Entre marzo y noviembre de 2020, las alertas de la IM-Defensoras se incrementaron un 123% respecto al año anterior (2020: 136, 2019: 61) y, con todo y confinamiento, durante ese mismo periodo, al menos 15 compañeras fueron asesinadas.
Más precarización
A nivel regional, 58% de las defensoras afirmaron no contar con los recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. En El Salvador el dato alcanza hasta el 77%, 69% en Nicaragua y 63% en Honduras.
Tampoco ha sido fácil para ellas acceder a servicios de salud o de agua: la mitad de las defensoras en Nicaragua afirmaron no tener acceso a salud, mientras que en Honduras 54% de las defensoras declararon no contar con servicio permanente de agua.
Más sobrecargas de trabajo doméstico y de cuidado
Además de su labor como defensoras, la gran mayoría de las defensoras encuestadas afirmaron dedicar entre 1 y 6 horas al día al trabajo de cuidados que deben asumir solas: es el caso de 94% de las salvadoreñas y 92% de las hondureñas.
Y, pese a todo, seguir siendo defensoras
No obstante el contexto adverso, 73% de las defensoras se activaron tanto en lo individual como en sus entornos y comunidades cercanas para atender las necesidades apremiantes que se incrementaron en el contexto de la pandemia y seguir defendiendo derechos. Sus organizaciones no detuvieron su trabajo, se re-organizaron y transformaron las actividades y las formas de acompañamiento para sortear las restricciones. 63% utilizaron vías virtuales para continuar con su trabajo, mayoritariamente a través de sus teléfonos celulares.
El mapeo ha constatado que las organizaciones y comunidades que tienen un fuerte arraigo territorial y una experiencia en protección colectiva pudieron activar de manera más efectiva respuestas a las nuevas necesidades y a los riesgos generados en esta coyuntura. Es el caso de las defensoras y organizaciones de los pueblos originarios, quienes están ofreciendo sus conocimientos y sus saberes ancestrales y están aportando soluciones para prevenir y mitigar los impactos.
También nos permitió constatar que la Protección Integral Feminista es fundamental para que las defensoras de derechos humanos sigan haciendo su trabajo, el cual beneficia a miles de personas y comunidades. Por ello, entre 91% y 73% de las defensoras entrevistadas en el mapeo estuvieron en contacto y recibieron algún tipo de apoyo de las redes de defensoras que nos articulamos en el IM-Defensoras.