La mañana del 9 noviembre, individuos vestidos de civil, motorizados y armados, interceptaron el carro en el que la activista y periodista independiente Samantha Padilla viajaba junto con un grupo de colegas periodistas y, sin presentar orden de captura, se la llevaron únicamente a ella. Samantha se había desplazado desde Masaya a Managua para brindar una entrevista, tras la realización de la cual tuvo lugar la detención.
Por más de 20 horas no se tuvo ninguna noticia del paradero de la activista, mientras circulaban alertas de su desaparición por diversas redes y medios de comunicación. Tras buscarla en varias estaciones policiales, la mañana del 10 de noviembre su madre, Carol Jirón, dio con ella en la Estación de Policía III, donde le recibieron ropa y desayuno, pero no le dieron ninguna información sobre los motivos de la detención, teme que le acusen de delitos que no ha cometido.
Según informaron los periodistas que acompañaban a Samantha cuando fue detenida, en las horas previas identificaron la presencia de estos sujetos y la vigilancia a la que estaban siendo sometidos en el hotel donde estuvieron trabajando durante la jornada electoral. Con base en ello, existen sospechas de que la activista estaba siendo investigada y vigilada desde hace tiempo.
Desde la IM-Defensoras denunciamos estos hechos arbitrarios y expresamos nuestra preocupación ante la posibilidad de que a Samantha Padilla se le imputen delitos que no ha cometido con el fin de criminalizarla por su labor periodística y su activismo político. Demandamos el pleno respeto a su integridad y su liberación inmediata y plena.
Ante este nuevo abuso por parte del Estado nicaragüense, reiteramos nuestra exigencia de que cesen los hostigamientos, la persecución y las detenciones arbitrarias contra personas organizadas en espacios de activismo y participación política, especialmente, a mujeres defensoras de derechos humanos. Defender derechos humanos no es ningún delito.