Vaciar los territorios nos dice Miriam Miranda, y lo repite cuando se necesita denunciar y analizar desde una perspectiva de emancipación la realidad del país, efectivamente el sistema de opresión patriarcal, militarista, capitalista y racista pretende sacar a la gente de sus tierras y apropiarse de ellas; convertir a la gente en asalariados miserables, personal de servicio, seres humanos sin proyectos vitales más allá de una sobrevivencia muy precaria, quitarles el tiempo y el gusto por la vida.
De ahí que la lucha de la OFRANEH desde hace más de cuatro décadas es la defensa de la tierra y el territorio porque es el lugar preciso, material y concreto donde se asienta la vida comunitaria, la búsqueda del bien y la felicidad común, el anhelo porque estar en este mundo sea valioso, la arena donde habitan los grandes espíritus que custodian al pueblo.
Este pensamiento y práctica ha hecho que la organización tenga entre sus múltiples acciones la recuperación y puesta en práctica de proyectos transformadores y radicales como el que crece y fructifica en Faya, Colón, lugar peleado a diversos depredadores sociales de este país: terratenientes, empresarios, narcos, políticos. Faya o Vallecito como le conocemos es el lugar de refugio y crecimiento de la esperanza no sólo para la OFRANEH sino para quienes consideramos que los pueblos tenemos la capacidad de autogobernarnos y construir presentes y futuros hermosos; y los miramos crecer con orgullo y emoción. Igualmente, los procesos de fortalecimiento comunitario del pueblo garífuna crecen en las casas de salud, en los colectivos de disidencias sexuales, en la recuperación del aceite de coco y la comida ancestral que pueblan la tierra garífuna.
No es entonces casual que la Organización Fraternal Negra Hondureña tenga tantos enemigos, detractores, adversarios que han usado todas las herramientas en contra de sus procesos, les han asesinado, encarcelado, exiliado y desaparecido liderazgos históricos y vitales para las comunidades. Su dirigencia es objeto de campañas sistemáticas de desprestigio y desgaste social con el fin de que se asimile a procesos homogéneos de la política de los gobiernos que es otra manera de desaparición con la que se ve amenazada la OFRANEH y a la cual resisten.
Nosotras, feministas y luchadoras diversas que nos convocamos en la Red Nacional de Defensoras nos sentimos no solo reconocidas en las luchas de la organización sino parte de sus profundas búsquedas y victorias; es por esa razón que hoy nos llamamos a movernos al territorio rebelde del pueblo garífuna, para estar y conversar; aprender entre todas, sentir la brisa del mar y la vida gobernando nuestros días y sueños.
Desde el 19 al 22 de mayo estaremos acampando en la casa ancestral de Waba, Triunfo de la Cruz, tierra en disputa con los que tratan de desplazar a nuestras compañeras y compañeros garífunas, iremos para que no sólo sepan, sino que todas entendamos que la solidaridad es estar juntas, conocer los nombres y las historias que nos fortalecen.
Ante el vaciamiento forzado, nosotras llamamos a los pueblos originarios a volver al territorio ancestral. Nosotras nos convocamos a escuchar y acompañar, sostenernos en la lucha por la vida en el lugar donde se han sembrado nuestros ombligos.