En un país donde los femicidios están a la orden del día y las mujeres son condenadas a décadas de cárcel por una interrupción involuntaria del embarazo, las defensoras de derechos humanos y las periodistas están bajo la mira del gobierno y sus aliados, quienes las agreden, difaman y estigmatizan a través de discursos públicos y redes sociales.
Entre enero y febrero de 2022 la IM-Defensoras ha registrado 81 agresiones contra defensoras de derechos humanos en El Salvador. Estos ataques han afectado a un total de 40 defensoras. Una de cada tres de estas 40 defensoras agredidas ha vivido algún tipo de violencia digital. Esto supone que los ataques digitales son, hoy en día, la principal agresión que enfrentan las defensoras salvadoreñas, constituyendo un patrón de violencia que incluye amenazas y que en ocasiones se concreta en agresiones físicas.
Detenciones arbitrarias, violencia física y verbal, hostigamientos, amenazas y allanamiento a hogares han sido otros de los principales ataques sufridos por las defensoras salvadoreñas. Las defensoras del derecho a la información y libertad de expresión, del derecho a una vida sin violencia y de los derechos de las mujeres están siendo las más agredidas.
La mayoría de estas agresiones son perpetradas por autoridades y funcionarios del Estado. Entre los agresores hay cargos importantes del gobierno, quienes señalan, estigmatizan y ponen bajo la mira a las defensoras aprovechando su posición pública e incluso sus cuentas oficiales en redes sociales. Estos ataques vienen acompañados de mensajes misóginos, donde se denigra a las defensoras por el hecho de ser mujeres o ser personas que desafían la heteronormatividad binaria.
Esto se da en un país azotado por la violencia, especialmente contra las mujeres, y donde desde hace 4 meses se ha impuesto un estado de excepción en el marco del cual, según han documentado organizaciones de derechos humanos, se cometen todo tipo de arbitrariedades contra la población. Al señalarlas y estigmatizarlas, estos ataques protagonizados por autoridades y personalidades públicas sitúan a las defensoras y periodistas en una situación de riesgo donde sus vidas y su integridad física también quedan expuestas.
En este contexto, el trabajo de las defensoras y las periodistas es fundamental para avanzar hacia las condiciones estructurales y de derechos humanos que permitan acabar con las violencias sociales, económicas y machistas que azotan al país.
Rechazamos estas acciones del Estado salvadoreño y de personas que trabajan como funcionarias públicas del mismo y le instamos a erradicar la violencia digital contra defensoras y periodistas.
Llamamos sobre todo a quienes representan al Estado a asumir la responsabilidad de sus acciones y el impacto de las mismas en la situación de riesgo y violencia que enfrentan las defensoras y periodistas.
Recordamos que la violencia digital es un delito contemplado en la Ley Especial, Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres y que, por lo tanto, cada vez que un funcionario ataca con un discurso misógino a una defensora o a una periodista comete un delito que debe ser reconocido como tal y además en la proporción del impacto social que genera.
La paz y la democracia sólo se pueden construir basándose en el diálogo respetuoso, el respeto de los derechos humanos, el combate a la impunidad y el reconocimiento a los diversos aportes de los distintos sectores sociales y políticos. Defender a las defensoras y periodistas es necesario para construir una paz digna y duradera en El Salvador.
Suscriben (por orden de aparición en el video):
Front Line Defenders
Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras)
Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC)
Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM)
Fundación Acceso
Women's Link Worldwide
Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC)
Mugarik Gabe
Píkara Magazine
Organización Mundial contra la Tortura (OMCT)
Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL)
Amnistía Internacional (AI)