El próximo 22 de marzo, gracias al trabajo incansable de su familia, de organizaciones como la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, CEJIL e IPAS y al apoyo de las feministas y defensoras de los derechos sexuales y derechos reproductivos de El Salvador, el caso Beatriz llega ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en San José (Costa Rica), pudiendo establecer un precedente muy importante para El Salvador y para el resto de la región en materia de interrupción legal del embarazo.
En este marco, nos preocupa que durante las últimas semanas, grupos antiderechos y afines al gobierno han intensificado su campaña de difusión en redes sociales de discursos misóginos y fake news sobre el caso Beatriz, además de agresiones contra organizaciones y defensoras de los derechos de las mujeres, principalmente señalamientos, difamación, estigmatización, insultos y descrédito. Esta campaña de ataques no solo proviene de El Salvador, con la acción de trolls y bots vinculados al gobierno de Nayib Bukele, así como a movimientos religiosos, sino que también está apoyada desde otros países, lo que demuestra la existencia de una articulación global que busca retroceder en los derechos de las mujeres, principalmente los derechos sexuales y derechos reproductivos, encabezada por grupos fundamentalistas religiosos y de derecha.
Cabe recordar que Beatriz fue una joven salvadoreña, con una condición de salud muy precaria, a quien no se le permitió interrumpir su embarazo pese a que éste ponía en grave riesgo su vida y que el feto presentaba una malformación congénita que hacía inviable su vida. En un país en el que la interrupción del embarazo está penalizada por completo y en el que las mujeres pueden llegar a ser condenadas hasta a 50 años de prisión por sufrir emergencias obstétricas, Beatriz se convirtió en una defensora de los derechos sexuales y derechos reproductivos, por los que luchó hasta el último día de su vida.
Las defensoras de los derechos sexuales y derechos reproductivos en la mira de los grupos antiderechos.
Según el Registro Mesoamericano de Agresiones a Mujeres Defensoras, entre 2020 y 2021 se registraron 182 agresiones en contra de defensoras de los derechos sexuales y reproductivos, 20 de las cuales ocurrieron en El Salvador. Muchas de estas prácticas se dan a través del entorno digital, siendo identificado que este tipo de agresiones pasaron de significar el 7% de las agresiones registradas en el 2020, al 25% en el 2021.
Tampoco podemos olvidar que en el marco del proceso ante la Corte IDH por el caso Manuela vs El Salvador, la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto en El Salvador sufrió más de 13.000 intentos de sabotaje en contra de su página web, asimismo, enfrentó una campaña denominada “40 días por la vida”, dedicada a brindar información falsa, sostener campañas de desprestigio y calumnias sobre el trabajo que desarrollan en el país. Se instó incluso a cometer actos de hostigamiento y vigilancia en sus oficinas.
Los ataques de los grupos antiderechos y afines al gobierno, además de agredir, inhibir y poner en el punto de mira a las feministas y defensoras de los derechos de las mujeres, buscan ejercer presión sobre la Corte IDH para evitar cualquier avance en los derechos de las mujeres.
Asimismo, resulta muy preocupante que esta campaña de odio y señalamientos contra las feministas y las defensoras salvadoreñas se dé bajo el régimen de excepción impuesto y sostenido por el gobierno desde hace un año, y en el marco del cual, tal y como han venido denunciando las organizaciones de derechos humanos, se han cometido numerosas arbitrariedades y violaciones a derechos humanos, entre ellas los 31 casos de agresiones contra defensoras de derechos humanos registrados por la Red Salvadoreña entre marzo y diciembre de 2022.
Justicia para Beatriz es justicia para todas las mujeres.
Ante esta situación, desde la IM-Defensoras reconocemos el legado de Beatriz, pues su historia hizo visible la realidad de muchas mujeres en Mesoamérica, así como el fundamental trabajo desarrollado para que su caso llegue ante la Corte IDH.
A partir de nuestra apuesta por la protección integral feminista, nos mantendremos vigilantes y denunciando cualquier discurso de odio y agresión que se pueda producir, tanto en el entorno físico como en el digital, contra las compañeras que estén movilizándose en San Salvador, San José, u otras latitudes en solidaridad con Beatriz.
Llamamos a la comunidad internacional a mantenerse pendiente del caso y a acuerpar a la familia de Beatriz, a las representantes legales, a la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, a la Colectiva Feminista por el Desarrollo Local, IPAS y CEJIL, a las feministas y defensoras salvadoreñas y a todas las feministas y defensoras de Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos que se estarán movilizando en América Latina y el Caribe con la convicción de que este caso puede y debe representar un logro fundamental para el avance de los derechos de las mujeres en El Salvador y en el resto de la región.