El 18 de abril fue incendiada la Casa de Salud Ancestral de la OFRANEH ubicada en la comunidad garífuna de San Juan.
Personas desconocidas incendiaron la Casa en su totalidad reduciendo a cenizas las pertenencias y objetos que ahí se encontraban. Este acto de violencia constituye un atentado directo contra la salud y la vida de la comunidad garífuna.
Las Casas de Salud Ancestral impulsadas por la comunidad garífuna organizada en la OFRANEH son un proyecto profundamente político de recuperación y fortalecimiento de sus conocimientos y saberes ancestrales.
La violencia sistemática contra el pueblo garífuna continúa manifestándose en la violencia con motivos racistas enfocada en el exterminio de los pueblos de sus territorios ancestrales, los cuales son continuamente invadidos por terceros y desplazados por empresarios.
A ello se suma la falta de avances significativos por parte del Ministerio Público en la investigación de la desaparición forzada de los cuatro jóvenes garífunas de Triunfo de la Cruz, los violentos desalojos en la comunidad garífuna de Punta Gorda, la persecución judicial, criminalización y hostigamiento contra Miriam Miranda, coordinadora de la OFRANEH, así como la falta de cumplimiento, por parte del Estado hondureño, de las sentencias sobre las comunidades de Punta Piedra y Triunfo de la Cruz emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos hace ocho años.
La campaña de odio, desprecio y estigma contra el pueblo garífuna se manifiesta en todas sus formas, han expoliado sus bienes naturales, sustraído su conocimiento ancestral y sus habitantes han sido víctimas de persecución, criminalización, judicialización, encarcelamiento, desaparición forzada y asesinatos.
Desde la IM-Defensoras y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras denunciamos y condenamos esta nueva agresión contra la cultura, identidad, autonomía y permanencia del pueblo garífuna.
Exigimos el cese a las amenazas y persecución contra el pueblo garífuna y hacemos un llamado a organismos nacionales e internacionales a estar alertas ante esta situación de riesgo que enfrentan quienes defienden los territorios y derechos ancestrales del pueblo garífuna.