La Corte de Apelaciones ha denegado el cambio de medidas solicitadas por Nolvia Obando, por lo que deberá permanecer en prisión preventiva, situación en la que se encuentra desde el pasado 16 de marzo, cuando fue detenida tras el desalojo policial que vivió junto a sus compañeras de la Red de Mujeres Campesinas Las Galileas.
La Corte de Apelaciones desestimó el recurso interpuesto por la representante legal de Nolvia Obando, el cual obliga a la Corte a atender los derechos humanos de la defensora y los estándares que establecen que la prisión preventiva sólo se puede aplicar de manera excepcional y limitada por los principios de legalidad y presunción de inocencia y proporcionalidad. Además, esta denegación viene precedida de diversas vulneraciones a los derechos de Nolvia, como el hecho de que, sin argumento alguno, no fuera trasladada a su propia audiencia del pasado 15 de junio en la que se discutió el cambio de medidas; o la demora injustificada en la comunicación de la resolución, la cual debía ser comunicada el viernes 16 de junio y no lo fue hasta la semana siguiente, prolongando la incertidumbre en la defensora y su entorno, lo que constituye otra forma de violencia.
El día de la audiencia, la solidaridad con Nolvia Obando se hizo presente tanto en las redes sociales, con múltiples mensajes de apoyo provenientes de diferentes partes del mundo, como en las afueras del Palacio Judicial, donde se instaló un grupo de defensoras de diferentes territorios, Red de Mujeres Campesinas Las Galileas, Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC) y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, junto a familiares y personas cercanas a la defensora con la intención de acuerpar y exigir justicia y libertad para Nolvia.
La privación de libertad que vive Nolvia no sólo es injusta y desproporcionada, pues ella no ha cometido ningún delito; sino que además representa un grave peligro para su vida dadas las terribles condiciones que enfrentan las mujeres presas en Honduras, tal y como se evidenció el pasado 20 de junio con la muerte de al menos 41 mujeres que estaban bajo la responsabilidad del Estado en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), situada en el Valle de Támara.
Desde la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras y la IM-Defensoras llamamos a las organizaciones del movimiento social y de derechos humanos a mantenerse al pendiente del desarrollo de este proceso judicial injustamente abierto en contra de Nolvia Obando; y sobre todo a acompañarla y a exigir su inmediata liberación.
Nolvia Obando Turcios debe ser puesta en libertad y debe detenerse el hostigamiento y la estigmatización en su contra y contra sus compañeras del grupo campesino de mujeres Las Galileas.