Un año más llega el 29 de noviembre, el Día internacional de las mujeres defensoras de derechos humanos. En esta fecha tan señalada para nosotras, celebramos las vidas y las luchas de las defensoras de derechos humanos, así como las de sus comunidades y movimientos.
Celebramos a las defensoras que habitan los distintos territorios de Mesoamérica y a las que se encuentran en otras latitudes y continentes, pero con las que compartimos indignación, caminos y la esperanza de que otro mundo es posible.
Celebramos nuestras diversidades y honramos el camino de rebeldía, transgresión y transformación que hacemos juntas.
Porque juntas enfrentamos la barbarie del capitalismo, la crueldad del patriarcado, la persistencia del racismo y la xenofobia; juntas denunciamos a los poderes que hacen de la muerte, la guerra y el saqueo un negocio y a las instituciones vendidas al mejor postor; y es también juntas que construimos comunidades de cuidados, justicia feminista y territorios libres y autónomos.
Este año las madres buscadoras de México siguieron encontrando fosas y exigiendo justicia por sus familiares desaparecidos; las comunidades garífunas de Honduras recuperaron nuevas tierras de quienes pretenden arrebatarles su territorio ancestral; los pueblos de Guatemala ocuparon plazas y caminos en un paro indefinido contra la corrupción que sostiene a las élites criminales y por el respeto a la soberanía popular; las mujeres y feministas de El Salvador mantuvieron la defensa de las víctimas del régimen de excepción; en Panamá se manifestaron de forma masiva en contra del extractivismo y el capitalismo verde; y en Nicaragua, a pesar del dolor del exilio, el destierro y la cárcel, las mujeres siguen construyendo caminos de justicia.
En esta fecha honramos a nuestras ancestras y exigimos justicia para las defensoras a quienes el cansancio, la enfermedad o las balas les arrebataron la vida en una de las regiones más peligrosas para defender los derechos humanos, azotada por la desigualdad y la falta de condiciones de vida digna.
No olvidamos que sólo en los seis primeros meses de 2023, tres compañeras han sido asesinadas en Mesoamérica, sin que la justicia responda. Además de estos asesinatos, en este mismo periodo las defensoras mesoamericanas hemos enfrentado más de 2 mil agresiones en El Salvador, Honduras, México y Nicaragua: 1,300 en el marco de acciones colectivas de defensa de derechos humanos, 734 contra defensoras en lo personal y 93 contra organizaciones de mujeres y feministas. En más de la mitad de estas agresiones (60%) se han identificado como culpables a actores vinculados a los Estados: fuerzas de seguridad y autoridades públicas que actúan para proteger, encubrir y fortalecer intereses privados.
También queremos aprovechar esta fecha para unirnos al reclamo de los pueblos del mundo que exigen el alto al fuego, el respeto de los acuerdos internacionales y la libertad del pueblo palestino. A los ojos del mundo y con la complicidad de muchos gobiernos, el Estado de Israel ha masacrado y cometido crímenes de lesa humanidad repudiados por cientos de miles de defensoras que nos hemos manifestado en Mesoamérica.
Esta terrible realidad nos coloca ante la certeza de que juntas tendremos la posibilidad de seguir siendo, de que en el cuidado y la ternura, en la palabra, los saberes, la energía y los bienes compartidos reside nuestra capacidad de seguir resistiendo y construyendo.
Desde la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos y las redes que la integramos agradecemos a quienes están del lado de las defensoras y de la vida digna, a quienes hacen posible que este pacto de cuidarnos cada vez tenga más contenido y más profundidad y que día tras día seamos más mujeres y disidencias sexo-genéricas, movimientos sociales, organizaciones e instancias las que, de una u otra forma, hacemos parte de esta confluencia de esfuerzos para protegernos de la violencia que intenta, una y otra vez, silenciarnos.
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En este día tan señalado para nosotras también nos da mucha emoción estrenar y compartirles este video que recoge los aprendizajes, experiencias y retos acumulados durante nuestros 10+ años de existencia.