En los últimos años las comunidades e integrantes del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) han sido víctimas de numerosos actos de hostigamiento, amenazas, persecución y criminalización por parte de agentes estatales y no estatales. En especial a partir de la entrada en funcionamiento del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, desarrollado por la empresa DESA dentro del territorio de la comunidad Lenca de Río Blanco.
El pasado 3 de marzo, Berta Cáceres, su coordinadora, fue asesinada, desatando una ola gobal de indignación y solidaridad.
Según informa la Red Nacional de Defensoras de DDHH en Honduras, en la mañana de hoy, 15 de marzo, 150 familias lencas organizadas en el COPINH están siendo desalojadas de manera violenta por 10 patrullas y 2 tanquetas en Río Lindo, Departamento de Cortés.
El pasado 25 de febrero, pocos días antes del asesinato de su coordinadora Berta Cáceres, el COPINH ya había alertado sobre la inminencia de este desalojo mediante un comunicado en el que denunciaba el desalojo, también violento, de 50 famiias lencas de la Comunidad de la Jarcia, Guise, Intibucá.
Desde la IM-Defensoras denunciamos la violencia con la que se producen estos desalojos, los cuales dejan a familias enteras en la calle, sin un techo bajo el cual cobijarse, y que son una práctica sistemática de abuso del poder para justificar el despojo de las comunidades indígenas que viven, cuidan y sostienen las luchas por otra forma de coexistir con los bienes comunes de la naturaleza.
También exigimos al Gobierno de Honduras que se ponga fin de una vez por todas a los ataques y hostigamiento constante de que son objeto las personas integrantes del COPINH, cumpliendo con su obligación de garantizar tanto su seguridad como su derecho a defender derechos humanos.