Iduvina Hernández es periodista y actualmente dirige la Asociación Seguridad en Democracia (SEDEM).
En el marco de la defensa de los derechos humanos, Iduvina ha dado acompañamiento y cobertura periodística a una diversidad de luchas sociales, populares y a favor de la justicia y la lucha contra la impunidad, dentro de los cuales se puede mencionar el acompañamiento a las víctimas del Genocidio en Guatemala, el Caso Sepur Zarco, el Caso CREOMPAZ y más recientemente ha acompañado y realizado acciones en su calidad de periodista en el caso de secuestro, tortura, violación sexual en contra de Emma Molina Theissen y la Desaparición Forzada del menor de edad Marco Antonio Molina Theissen, en el año de 1981; hecho perpetrado por altos mandos militares de la época.
El lunes 29 de agosto tras serle impedida su asistencia a una audiencia de primera declaración del imputado Benedicto Lucas García por delitos de Desaparición Forzada y de Lesa Humanidad, Iduvina Hernández se enteró de que la señora Jeniffer Rosalinda Zaldaña (hija de uno de los ex militares imputados en el Caso Molina Theissen), había interpuesto una denuncia en su contra y que incluso, el pasado 16 de junio, se había celebrado una audiencia sin su presencia.
La defensora acudió al Juzgado Pluripersonal donde se le entregó una copia del expediente y la copia del audio de la audiencia del 16 de junio. En el expediente se hace constar que la señora Zaldaña alega una supuesta amenaza de muerte perpetrada por Iduvina Hernández y refiere una serie de falsedades tales como que la defensora utiliza vehículo blindado y varios guardespaldas, cuando en la realidad Iduvina no posee vehículo y a pesar de contar con medidas cautelares no tiene protección policial o de otra índole.
Por último se conoce que la señora Zaldaña Mazariego interpuso también en el mes de mayo una denuncia contra Iduvina en el Ministerio Público alegando las mismas falsedades descritas ante Juez competente.
Desde la IM-Defensoras exigimos:
-Que se investiguen debidamente las acusaciones planteadas y, al constatarse la falsedad de las mismas, se ejerzan las acciones penales pertinentes.
-Garantizar la seguridad y protección de Iduvina Hernández así como la de los familiares, acompañantes y observadores del caso Molina Theissen.
-Que se deje de utilizar la criminalización como un instrumento para sancionar e inhibir la labor de las defensoras de derechos humanos y su derecho a defender derechos.