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Mesoamérica, 23 de septiembre de 2016 – Con profunda tristeza y consternación, las mujeres defensoras de derechos humanos de El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua articuladas en las distintas redes locales y nacionales que integran la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras) lamentamos el fallecimiento, acaecido el pasado martes 20 de septiembre en Tegucigalpa, de nuestra compañera Gladys Lanza, histórica feminista y defensora de los derechos de las mujeres en Honduras.
Gladys Lanza ha jugado un papel fundamental en el desarrollo del movimiento feminista de América Latina. Ha sido maestra, ejemplo y fuente de inspiración de diversas generaciones de feministas. Su incansable trabajo por los derechos humanos de las mujeres hondureñas, así como su compromiso con la esperanza colectiva de un futuro mejor para todos y todas, le ha valido el reconocimiento a nivel regional e internacional.
A lo largo de su trayectoria, Gladys también fue objeto de multitud de agresiones, desde atentados contra su vida o amenazas de muerte hasta el proceso de criminalización que le tocó vivir durante el último período de su vida. Pese a ello, nunca se rindió ni claudicó, manteniéndose firme en su compromiso y siempre consecuente con sus ideales. Incluso cuando hace unos meses, consecuencia del proceso de criminalización mencionado, un juez dictó pena de cárcel contra ella, Gladys expresó públicamente su determinación de ir a la cárcel antes que reconocer un delito que no había cometido.
La acusación surgió porque el Movimiento Visitación Padilla, organización que ella dirigía, defendió a una mujer víctima de acoso sexual y laboral por parte de Juan Carlos Reyes, ex director de la Fundación para el Desarrollo de la Vivienda Social Urbana y Rural (Fundevi). Tras la denuncia el citado sujeto presentó una querella contra Gladys.
Para la IM-Defensoras, este proceso de criminalización es un ejemplo de como los Estados, los sistemas de justicia y otros poderes fácticos vulneran y penalizan de manera cruel e inhumana, hasta el ensañamiento, el derecho de las mujeres a alzar su voz y defender derechos. Según nos consta, este último proceso de judicialización, prolongado de manera arbitaria y acompañado de varios actos de hostigamiento, supuso una enorme presión emocional para Gladys y contribuyó de manera ostensible al deterioro de su salud, siendo uno de los factores que han propiciado el fatal desenlace. Cabe resaltar que Gladys ha muerto sin conocer la respuesta de la Corte Suprema de Justicia ante el recurso de casación contra la sentencia condenatoria presentado el 29 de abril de 2015.
En este sentido, el Comité contra la Tortura de la ONU ha afirmado que “la prolongación excesiva en la condición de inculpado, aún en el caso de no encontrarse privado de libertad, constituye una forma de trato cruel” (A/53/44). Mientras que la CIDH, en su reciente informe sobre criminalización reconoce que la judicialización es un medio para obstaculizar la labor de las defensoras.
Por ello, señalamos al Estado de Honduras como responsable de someter a Gladys Lanza a trato cruel e inhumano hasta el grado de propiciar su muerte, al sostener y prolongar innecesariamente un proceso judicial absurdo e infundado con el único objetivo de inhibir el derecho de Gladys y de todas las mujeres hondureñas a defender sus derechos. También le exigimos que cese de una vez por todas de criminalizar a las defensoras de derechos humanos y cumpla con su obligación de garantizar su protección y el libre ejercicio de su derecho a defender derechos.
Finalmente, desde la IM-Defensoras unimos nuestras voces y nuestros corazones para abrazar a las compañeras del Movimiento por la Paz Visitación Padilla, las “Chonas”, y para honrar, agradecer y celebrar la vida y el legado de una mujer irrepetible, cuyo ejemplo de lucha feminista ha sido, es y será una fuente de inspiración para las mujeres de Honduras y de toda América Latina.