Thelma Francisca Suárez Oliva
Actividad
Derechos comunitarios y de las mujeres
Agresión enfrentada
Abuso de autoridad, encarcelamiento y tratos crueles, degradantes e inhumanos
HECHOS - El 14 de abril, cuando Thelma Suárez se dirigía junto a sus familiares a interponer una denuncia ante la delegación policial en la comunidad de La Dalia, Jurisdicción de Matagalpa, por una agresión contra su hijo, fue interceptada por el agresor, quien estaba acompañado de una patrulla policial que sin mayor explicación procedió a detener al hijo de la defensora.
Ante ello, la defensora y sus acompañantes exigieron al capitán Rolando José Ortega que se abriera una investigación imparcial de los hechos, pero este se molestó y agredió físicamente a Thelma Suárez, golpeándola con una culata de fusil AK 47, y propinándole puntapiés y golpes que le causaron lesiones en diferentes partes de su cuerpo. Ante el excesivo uso de la fuerza los familiares de la defensora intervinieron en su defensa, siendo también agredidos por otros policías. Finalmente, Thelma Suárez y tres de sus familiares fueron encarcelados en las celdas de la estación Policial del Tuma, La Dalia.
Actualmente Thelma sigue encarcelada, no ha recibido ninguna atención médica por las lesiones sufridas, está siendo sometida a tratos crueles, inhumanos y degradantes y ha sido acusada junto al resto de sus familiares por Obstrucción de Funciones, delito contra el Estado de Nicaragua y tiene 11 días de estar privada de su libertad a pesar que este tipo de delitos ameritan otro tipo de medidas alternativas para enfrentar un proceso penal.
Thelma ha sido por mucho años defensora de su comunidad y ha venido acompañando casos de violencia machista y denunciando arbitrariedades de las autoridades, por lo que se teme por su integridad ya que las autoridades locales han mostrado hostilidad con las defensoras que han recurridos para pedir información sobre su situación legal y el capitán Francisco José Mejía, Comisionado Mayor de la Delegación de La Dalia, expresa que hará lo que quiera con ella, lo que evidencia una amenaza clara a su integridad y un acto de represalias política.
Desde la IM-Defensoras denunciamos esta arbitrariedad, la cual consideramos un acto más de represalia contra una defensora para obstaculizar su labor en la comunidad y que se suma a los constantes ataques que las mujeres defensoras siguen enfrentando en Nicaragua. Exigimos su liberación inmediata y la de sus familiares, que se investiguen los hechos con imparcialidad y respetando los principios del debido proceso, así como que el Estado de Nicaragua respete su condición de Defensora de los Derechos Humanos y, por tanto, protegida conforme al Sistema de Naciones Unidas (ONU).
Finalmente, hacemos un llamado a la comunidad internacional para que se solidarice con la defensora y se mantenga al pendiente de la situación.