El informe de la IM-Defensoras, que se basa en los datos del Registro Mesoamericano de Agresiones recabados en El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua, arroja que en los años 2015 y 2016 hubo un total de 2,197 agresiones a defensoras de derechos humanos en la región, lo que representa un incremento de 30% respecto al periodo anterior, el cual presentó un total de 1,688 agresiones. En Guatemala, México y Honduras se concentran la mayor parte de las agresiones, las cuales se duplicaron de 2015 a 2016 en estos tres países.
Siguiendo la tendencia de informes anteriores, las defensoras de la tierra, el territorio y los bienes naturales continúan siendo las más agredidas. También el Estado sigue apareciendo como el principal agresor de las defensoras mesoamericanas, pues actores vinculados a él, como policías, militares, funcionarios o autoridades de diverso nivel de gobierno representan de forma agregada 54% del total de perpetradores.
Para el período en estudio se aprecia un aumento de casi 100% entre los dos años: 735 agresiones en 2015 y 1,462 para 2016. Si bien no se cuenta aún con datos del 2017-2018, se puede prever un repunte de las agresiones: México vivió el año más violento de su historia moderna (más de 25,000 muertos en el 2017), Honduras finalizó el año con un conflicto postelectoral marcado por enfrentamientos con las fuerzas del Estado y en Nicaragua los enfrentamientos resultado de una reciente reforma al sistema de seguridad social han dejado ya más de 40 personas muertas y decenas de desaparecidas.