Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras - Hace nueve años que en Honduras se continúa el desmantelamiento de las más básicas condiciones para la vida digna y libre de las mujeres y por lo tanto de todas las personas que viven este territorio y su historia.

Hace nueve años los elementales y pocos derechos ganados por luchas de tantas compañeras se tiraron al basurero donde los golpistas han acumulado sus miserias, convirtiendo nuestro hermoso pais en un paramo desolador.

La lucha se ha encarnizado en contra de nuestros deseos y proyectos de justicia y dignidad de mujeres y para nuestro pueblo. La vida es más cara, las tierras mas ajenas y los cuerpos mas repartidos entre los poderes del patriarcado, las iglesias reacccionarias, empresas extractivas, organismos represivos y las instituciones conservadoras que se coluden.

De esa misma manera, las mujeres hondureñas resistimos. En las luchas y defensas contra el despojo del agua, la comida y la tierra, por decidir sobre nuestros cuerpos, espiritualidades y sexualidades, para eliminar la violencia radicalmente de las familias, escuelas, calles, partidos y movimientos sociales y comprendiendo que cada vez más necesitamos con urgencia que nuestra lucha de mujeres no se atrase por otras, porque todas son urgentes en tanto es la vida la que está de por medio.

El golpe de estado abrió una enorme puerta por la que entró la riqueza y la impunidad para quienes aún hoy continúan el golpismo en las instituciones del estado y por ahi se cuela y se consolida la dictadura.

No nos queda más que luchar, decia Berta Cáceres, y tomando su fuerza y la de todas las otras asesinadas, presas, desaparecidas, migradas, escondidas, y de las que toman su voz, señalan, acusan, organizan, defienden y luchan, todas rebeldes, creativas, lindas, nos recordamos que NI GOLPES DE ESTADO NI GOLPES A LAS MUJERES.

Porque desde el 28 de junio del 2009, muchas mujeres, defensoras, feministas, las que resistimos a la opresion del heteropatriarcado racista y capitalista también hemos aprendido que esta Honduras será feminista, o no será, porque nunca más será posible un país sin justicia para nosotras, y esa tiene que ser ahora, en todas partes y todas las luchas.