Migrar es un derecho.
Defender y cuidar a quienes migran también es un derecho.

En la actualidad, los defensores y defensoras de los derechos humanos de las personas migrantes están siendo objeto de criminalización y otros ataques contra su labor en todo el mundo.

Son los casos, entre otros, de Scott Warren, Margarita Núñez, Irineo Mújica o Cristóbal Sánchez en las fronteras de México y Estados Unidos; o de Pia Klemp, Helena Maleno o Lola Gutiérrez en el Mediterráneo.

Muchas de estas personas son defensoras que a través de la acción política del cuidado confrontan el racismo, la xenofobia, el crimen organizado y el neoliberalismo que tienen en el control de las fronteras uno de sus mayores activos.

¡ALTO A LA CRIMINALIZACIÓN DE LAS DEFENSORAS DE LAS PERSONAS MIGRANTES!