Este es el cuarto incidente en el que atentan contra la vída o asesinan a personas que rodean a Ermelinda. El 12 de diciembre su casa fue baleada, en el incidente fue herida Paula Álvarez. Antes de eso, murieron asesinadas 3 personas, entre ellas, la defensora garífuna Mirna Suazo.
OFRANEH ha denunciado reiteradamente que Masca se ha convertido en un epicentro de violencia ligado con usurpaciones territoriales, exacerbadas por el racismo. Tenemos pruebas que confirman que esta es una estrategia de expulsión contra el pueblo garífuna de sus territorios ancestrales.
El Instituto Nacional Agrario emitió títulos en tierras que pertenecen legalmente a comunidades garífunas, reconociendo la propiedad de terceros ajenos a las comunidades. Esto ha puesto a las comunidades garífunas en el centro de una oleada de violencia por parte de grupos financieros que ambicionan la lotificación de dichos territorios e implementa una estrategia de terror y exterminio.
Estos asesinatos y agresiones ocurren en un contexto de mucha vulnerabilidad para las defensoras garífunas. Ellas no sólo enfrentan el temor de grupos poderosos que trabajan en alianza con el ejército y las autoridades hondureñas, sino que también deben enfrentar el racismo y el machismo institucionalizado que obstaculiza su labor como defensoras y la violencia simbólica con la que los medios de comunicación abordan sus luchas y abusan de su imagen.
Desde la IM-Defensoras lamentamos esta terrible noticia y expresamos nuestra solidaridad con la familia de Karla Ignacia Piota Martínez y con OFRANEH.
Exigimos al Estado hondureño una investigación expedita de este asesinato para que se haga justicia y no quede en la impunidad.
Exigimos el cese de la violencia que enfrentan quienes integran OFRANEH y las comunidades garífunas, de manera especial la comunidad de Masca, y hacemos un llamado a la comunidad internacional a compartir esta información, denunciar junto con nosotras y darle seguimiento a lo que ocurre en Masca y todas las comunidades garífunas del país.