En plena crisis sanitaria por COVID19, habitantes de varias zonas del país son víctimas de marginamiento y represión por parte de la dictadura de Juan Orlando Hernández.
Mientras el país atraviesa una de las peores crisis sanitarias y humanitarias a causa del COVID19, el Estado de Honduras agrede, reprime y margina a los sectores más vulnerables de la población. Este es el caso de nuestras compañeras de la colonia Alemania en El Progreso, Yoro, quienes desde la semana pasada se declararon en calamidad doméstica debido al desabastecimiento alimentario y la falta de acceso a insumos de necesidad básica, y quienes denunciaron que, en lugar de recibir una respuesta digna y humanitaria por parte del gobierno, han sido violentamente agredidas y reprimidas con bombas lacrimógenas por los cuerpos represivos del Estado.
Ante tal situación, defensoras de los derechos humanos de todas las edades que habitan en la colonia, han realizado diversas acciones exigiendo un cese a la represión y el urgente abastecimiento de alimentos para las más de 250 familias que habitan en la zona.
Entre estas acciones, unas 25 familias se declararon en huelga de hambre durante varios días y un grupo de pobladoras, mediante un acto simbólico, sirvieron en platos las cápsulas de las bombas lacrimógenas con las que fueron agredidas, denunciando con ello que, ante la crisis sanitaria y alimentaria, lo único que han recibido por parte del gobierno es violencia y represión.
Este, no resulta ser un acontecimiento aislado, se suma a los actos repudiables de marginamiento gubernamental, uso excesivo de la fuerza y represión, de los que han sido víctimas los y las habitantes de la comunidad de Las Metalias, en Tela, Atlántida, quienes hoy 23 de abril en horas de la mañana, fueron desalojados a bala viva por elementos de la Policía Nacional, dejando a dos personas heridas y unas cinco personas detenidas.
El violento desalojo se desarrolló mientras las y los pobladores exigían la repartición justa de alimentos, ya que, según sus testimonios, la entrega de estos insumos se realizaba por parte de elementos militares de manera “selectiva” a personas de la comunidad militantes del partido de Gobierno.
Ante la exigencia de la población de la entrega pareja y sin distinción político partidista, militares decidieron retirarse del lugar dejando a hombres y mujeres; personas de la tercera edad, niños y niñas, sin la ayuda humanitaria.
Desde la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, denunciamos y condenamos enérgicamente estos hechos y responsabilizamos al gobierno de Juan Orlando Hernández por las constantes agresiones al pueblo hondureño que lucha por sobrevivir en un país donde impera la desigualdad, agravada en momentos como el actual, donde se evidencia la injusticia social y la negativa e incapacidad del Estado para garantizar los derechos humanos de la población.