Scarleth Cáceres
Organización
Asociación LGTB Arcoiris de Honduras
Actividad
Derechos LGBTI+
HECHOS - Sobre las 8 pm del viernes 10 de julio, sujetos desconocidos asesinaron con arma de fuego a la defensora de los derechos de las comunidades LGBTI+ Scarleth Cáceres en el barrio La Plazuela de Tegucigalpa.
Scarleth era integrante de la Asociación LGTB Arcoiris de Honduras, una de las organizaciones de referencia en la defensa de los derechos de la diversidad sexual en Honduras y que en los últimos años cuenta con varias integrantes asesinadas y víctimas de crímenes de odio.
Según el registro de agresiones de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, solamente en 2019 se contabilizaron 9 asesinatos de mujeres trans, dos de ellos en contra de activistas de la diversidad sexual. Diversas organizaciones e instancias de protección de derechos humanos evidencian que más de 80% de todos los crímenes de odio en contra de la comunidad LGTB+ de Honduras se encuentran en total impunidad.
Desde la IM-Defensoras y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras repudiamos este nuevo asesinato de una integrante de la comunidad LGBTI+ en Honduras y expresamos nuestra solidaridad a la familia de Scarleth Cáceres y a sus compañeras de la Asociación Arcoiris.
Exigimos una investigación inmediata y exhaustiva del asesinato que no revictimice a la defensora, a fin de que se haga justicia para ella y toda la comunidad LGTBI+.
Asimismo, le recordamos al Estado de Honduras que en reiteradas ocasiones la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los DDHH (OACNUDH) han señalado la urgencia de tomar medidas concretas para la protección de las personas de la diversidad sexual y garantizar investigaciones y enjuiciamientos prontos y eficaces.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional a solidarizarse y acuerpar a la Asociación Arcoiris de Honduras, así como a todas las personas integrantes de las comunidades LGBTI+ del país, quienes enfrentan uno de los contextos del mundo más peligrosos para ejercer y defender su derecho a la diversidad sexual.