En el marco de las celebraciones nacionales del mes de septiembre, desde el inicio del mes hasta el domingo trece de septiembre, se han reportado un aproximado de 145 agresiones dirigidas a mujeres activistas y defensoras de derechos humanos en Nicaragua.
El hostigamiento (46) y la restricción a la libertad de movimiento (33) permanencen como el tipo de agresión más frecuente este mes, seguido de advertencias y amenazas (15), entre ellas amenazas de muertes y de violación. Defensoras también han reportado detenciones (1) y retenciones arbitrarias colectivas contra 8 activistas (2), uso excesivo de la fuerza (2), así como criminalización (2) e investigaciones ilegales en su contra (11) , allanamientos de vivienda (5), daño a la propiedad personal (3), campañas de desprestigio en redes sociales (5), estigmatiazación y expresiones de odio (1).
Asimismo, se ha reportado que, en dicho contexto, dos mujeres activistas fueron violadas en la noche del viernes once de septiembre. A todo ello se une que activistas y defensoras también han enfrentado ataques como ridiculización por orientación sexual.
Entre las principales víctimas de esta oleada represiva están hombres y mujeres activistas vinculados con organizaciones civiles, personas ex-carceladas políticas y sus familias, entre ellas: Daysi Godoy, Jennifer Browm, Ileana Lacayo, Martha Alvarado, Amaya Coppens, Maribel Rodríguez, Maria Guadalupe Ruíz Briceño y Neyma Hernández.
La Policía Nacional sigue siendo el principal perpetrador de estas acciones, acompañados por civiles armados y redes de control territorial del partido de gobierno. Es importante mencionar que en el caso de las ex presas políticas, las amenazas también están vinculadas a volverlas a encarcelar y judicializar.
La persecución política y violencia estatal en el marco de las fiestas nacionales es una forma de amedrentar a la opositores, activistas y organizaciones que se movilizan en pro de la democracia, así como de garantizar unas elecciones transparentes. Especialmente graves y preocupantes son los reportes de violencia sexual contra mujeres activistas y defensoras.
Llamamos la atención en el patrón del gobierno de agudizar ataques contra personas opositoras, organizaciones de víctimas y defensoras de derechos humanos durante conmemoraciones. Identificamos un comportamiento similar a mediados de abril, en la conmemoración de dos años del inicio de las protestas en Nicaragua, así como a finales del mes de mayo cuando la ciudadanía conmemoraba la memoria de los asesinados en la marcha de las madres de 2018.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional y organismos de derechos humanos a permanecer atentos a la situación en Nicaragua en este mes ante la escalada en la persecución de activistas y personas defensoras de derechos humanos.