Desde el pasado 30 de septiembre la activista y defensora de derechos humanos transgénero Celia Cruz mantiene una huelga de hambre junto a otros presos políticos internados, como ella, en el en el sistema penitenciario Jorge Navarro, también conocido como "La Modelo", como medida de protesta ante las condiciones inhumanas que viven en la prisión y en demanda de libertad ante su injusto encarcelamiento.
Durante la huelga de hambre, Celia ha sido víctima de maltratos por parte del Sub-alcaide del penal, quien la obliga a salir a comer y ordena que le tomen fotos. Además, Celia sufre fuertes dolores en las rodillas y en la cadera como consecuencia de estar durmiendo en el piso en una colchoneta muy delgada. También se ha denunciado que las visitas familiares se realizan bajo condiciones precarias y que durante las mismas funcionarios han tomado fotos y grabado.
Desde su detención, ocurrida el 21 de abril de 2020 tras participar y transmitir en vivo una protesta en la isla de Ometepe, en el marco del 2º aniversario del inicio de la insurrección pacífica contra el gobierno, Celia ha sido objeto de malos tratos, ha recibido amenazas de muerte y agresiones en la cárcel, que se suman a las humillaciones continuas que sufre por ser una mujer transgénero y presa política.
También han llegado informaciones preocupantes sobre la situación de los otros presos políticos en huelga de hambre, parece ser que algunos de ellos fueron llevados a la celda de castigo y que otros se han cosido sus bocas como forma protesta; mientras que el preso político Jose Gadiel Sequiera Zamora sufrió quemaduras graves en su mano cuando al rehusar ingerir alimento fue empujado por el Sub-alcaide de la galería lV cayendo en una olla de agua caliente en la que se estaba sirviendo la comida.
Desde la IM-Defensoras expresamos nuestra solidaridad a Celia Cruz y nuestro apoyo incondicional a sus justas y legítimas demandas de libertad.
Hacemos un llamado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para que lleve a cabo una visita al sistema penitenciario Jorge Navarro con el fin de monitorear el estado de las personas que están en huelga de hambre y proporcionarles los cuidados humanitarios que se requieran.
Al Estado de Nicaragua lo hacemos responsable de la vida y la integridad física, moral y psicológica de Celia Cruz y del resto de personas que permanecen en huelga de hambre, y le recordamos su deber de informar de forma clara, veraz y detallada sobre su estado a las familias.
Finalmente hacemos un llamado a la comunidad internacional a acuerpar la lucha de Celia Cruz y el resto de presos políticos en huelga de hambre para que se haga justicia y sea liberada de su injusto encarcelamiento, al igual que deben serlo el resto de personas presas políticas que siguen privadas de libertad en Nicaragua.