Este domingo 28 de febrero está prevista la celebración de elecciones legislativas y municipales en El Salvador. Estas elecciones se dan en un preocupante contexto de violencia política, autoritarismo gubernamental y reiterados y sistemáticos ataques, físicos y en el ámbito digital, contra organizaciones y personas que ejercen su derecho a la libertad de expresión, a informar y a defender derechos humanos. A ello se suma la consolidación de un discurso de odio misógino, promovido desde el mismo Gobierno y otros actores políticos y sociales que, al generar un clima amenazante e intimidatorio, supone un grave obstáculo para que las mujeres salvadoreñas puedan ejercer su derecho a la participación política en las debidas condiciones de libertad y seguridad.
Cabe recordar, que el domingo 31 de enero, dos personas que acudían a un mitin del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional - FMLN, Gloria Rojel del Cid y Juan de Dios Tejada, fueron asesinadas en un ataque en el que otras tres personas resultaron heridas. Asimismo, tal y como ha venido denunciando la Asociación de Periodistas de El Salvador - APES, y como ha señalado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), durante las últimas semanas se han intensificado los ataques contra periodistas, colectivo que ya venía enfrentando la hostilidad del gobierno y sus simpatizantes. También se ha intensificado la violencia política contra las mujeres, especialmente en el ámbito digital, hecho que incluso ha llevado a pronunciarse a la Procuraduría de Derechos Humanos.
Todo ello se da en un marco de creciente autoritarismo por parte del vigente gobierno de Nayib Bukele desde su llegada al poder en 2019, expresado a través de acciones y declaraciones, tanto del mismo presidente como de otros altos cargos, orientadas a desacreditar, difamar y menospreciar la labor de las organizaciones y personas que trabajan por los derechos humanos, muchas veces a través de campañas orquestadas que incluyen la colaboración de trolls y el uso de bots. La ocupación del parlamento por parte del ejército el 9 de febrero de 2020, por orden del presidente, es posiblemente la expresión más explícita e inquietante de este autoritarismo.
Desde la Red Salvadoreña de Defensoras de Derechos Humanos y la IM-Defensoras nos preocupa que, en el contexto descrito, el proceso electoral de este domingo 28 de febrero pueda desarrollarse con plenas garantías de participación política, libertad de expresión, derecho a la información y derecho a defender derechos y bajo las debidas condiciones de seguridad para las mujeres candidatas de los distintos partidos, periodistas y defensoras de derechos humanos que desarrollarán su labor de monitoreo y vigilancia del proceso. Por este motivo, exigimos al gobierno salvadoreño que cumpla con su deber de garantizar unas elecciones libres, transparentes y seguras; expresando nuestra intención de mantenernos vigilantes y dispuestas a documentar y denunciar cualquier irregularidad y vulneración de los derechos humanos de nuestras compañeras salvadoreñas.
Reafirmamos que las defensoras y periodistas salvadoreñas no están solas y que desde Mesoamérica y diversas regiones del mundo estamos atentas y vigilantes del actuar del gobierno y de los diversos partidos políticos y sociedad en general en este contexto.
Finalmente, hacemos un llamado a documentar, registrar y denunciar cualquier agresión contra mujeres periodistas y defensoras de derechos humanos que se produzca en ese contexto.