El lunes 19 de abril, un grupo de defensoras integrantes de la Asociación de Madres de Abril de Masaya y Carazo fueron rodeadas y hostigadas por efectivos policiales cuando se encontraban en la parada de autobuses frente a la Universidad Centroamericana (UCA). Los policías les decomisaron los libros conmemorativos que portaban para demandar verdad, justicia y reparación en los asesinatos de sus hijos ocurridos durante el estallido social de 18 de abril de 2018, revisaron sus bolsos, les hablaron de manera agresiva, las amenazaron con llevárselas y les dijeron que tenían sus direcciones.
Ello sucedió en el marco de la conmemoración del tercer aniversario del inicio de las protestas cívicas en Nicaragua, durante la cual hemos observado un preocupante incremento en la cantidad y gravedad de las agresiones en contra defensoras de derechos humanos como una estrategia para reprimir cualquier expresión de disidencia y ejercicio del derecho a la protesta en el país. Tan sólo entre el 14 y 17 de abril, al menos 75 defensoras y sus familias han sido víctimas de hostigamiento, les han impedido salir de sus viviendas o han sido acosados sistemáticamente durante sus desplazamientos.
La Asociación Madres de Abril (AMA) es una de las entidades de referencia surgidas en el contexto del estallido social de abril de 2018, cuando madres y familiares de personas asesinadas en el marco de las protestas se organizaron para exigir justicia, verdad y reparación por estos crímenes, en su mayoría cometidos por fuerzas policiales y paramilitares afines al gobierno, y que según el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI 2018) comisionado por la CIDH constituyen crímenes de lesa humanidad.
Desde la IM-Defensoras expresamos nuestro repudio ante esta agresión policial, la cual demuestra un absoluto y completo irrespeto hacia la memoria y la dignidad de las víctimas que fueron asesinadas por el Estado nicaragüense en abril de 2018 y hacia sus madres, quienes tres años después siguen clamando justicia, verdad y reparación.
Reconocemos la labor fundamental de la Asociación Madres de Abril en pos de la verdad, la justicia y la reparación y, a tres años de Abril de 2018, abrazamos a todas sus integrantes y nos unimos a sus justas y dignas exigencias.
Reiteramos nuestro llamado a la comunidad internacional a mantenerse vigilante de la situación en Nicaragua y a solidarizarse con las organizaciones y defensoras de derechos humanos que en un contexto de represión, persecución política, criminalización, hostigamiento, amenazas y discurso de odio siguen alzando sus voces y defendiendo los derechos humanos de la población nicaragüense.