La noche del jueves 15 de julio, sujetos desconocidos irrumpieron en el hogar de la defensora Aranza Ramos Gurrola en el municipio de Guaymas, estado de Sonora, la privaron de su libertad y la ejecutaron. Aranza, quien tenía 28 años de edad y era madre de una niña, buscaba a su marido, desaparecido desde diciembre de 2020. La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora ha informado que una de las líneas de investigación está relacionada con su labor como defensora.
Desde la desaparición de su marido, Aranza se había implicado muy activamente en la labor de búsqueda de personas desaparecidas en el Estado de Sonora, participando en varios colectivos, incluyendo el Colectivo Guerreras Buscadoras. Este colectivo, como muchos otros que buscan a personas desaparecidas en el país, está mayoritariamente integrado y liderado por mujeres defensoras quienes, ante la ineficiencia u omisión de las instituciones del Estado, por sí mismas llevan a cabo búsquedas y rastreos en busca de restos óseos y fosas clandestinas.
Sonora es uno de los estados de la república que más está sufriendo las consecuencias de la llamada “guerra contra el narco” declarada en 2006 por el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón y que hasta la fecha ha generado un saldo de al menos 61 mil personas desaparecidas en todo el país. En este contexto, según datos del Observatorio Sonora por la Seguridad, en promedio cada día desaparecen en Sonora cuatro personas y 5.7 son asesinadas.
Desde la IM-Defensoras y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México condenamos este asesinato y exigimos a las autoridades responsables que se lleve a cabo una investigación expedita del mismo para que no quede en la impunidad y que garanticen la seguridad de la familia de Aranza.
Asimismo, exigimos al Estado mexicano, en todos sus niveles, que tome las medidas necesarias para garantizar la protección de todas las personas y colectivos que trabajan por el derecho a la verdad, la justicia y la reparación en el Estado de Sonora y en el país; atendiendo y escuchando sus demandas y facilitando las condiciones para que la desarrollen de manera segura.
Finalmente, expresamos nuestra sororidad y reconocimiento a la fundamental labor que desarrolla el Colectivo Guerreras Buscadoras y el resto de colectivos y defensoras que buscan a sus personas desaparecidas a lo largo y ancho del territorio mexicano; e invitamos a la comunidad internacional a expresar también su solidaridad y reconocimiento.