Queridas hermanas de la Red Nacional de Defensoras en Honduras,
del COPINH y de la OFRANEH,
queridas compañeras que han habitado el Campamento Feminista Berta Vive,
Desde México, El Salvador, Nicaragua y toda nuestra Mesoamérica queremos honrar y celebrar esta demostración de vida digna y rebelde que ha significado el Campamento Feminista.
Ubicado en el epicentro de la injusticia patriarcal, racista y capitalista, donde se juzga el atroz asesinato de nuestra compañera Berta Cáceres, el Campamento ha mostrado al mundo que contra la barbarie del poder están las mujeres y los pueblos que se organizan por sus derechos, la energía de la solidaridad y el alivio de los cuidados que ustedes han procurado de una mil formas.
Con Berta Cáceres palpitando en cada corazón, con su palabra y convicción como guía para enfrentar a los poderosos que nos quieren sumisas y oprimidas, el Campamento fue un lugar de gozo y alegría, de creatividad rebelde, de cultivo de la conciencia y los lazos de lucha. Llegó para expresar fuerte y claro que la impunidad no tiene cabida en la historia de los pueblos, para demostrar que las calles serán siempre nuestras aunque los cuerpos cobardes de seguridad pretendan arrebatárnoslas.
Como ustedes lo expresaron: “este Campamento ha sido un puñado de esperanza, de sonrisas de niñas y niños; es reencuentro y nuevos vínculos, es compartir el alimento y el cuidado; es el espíritu de Berta en los árboles, en los fuegos y en el sahumerio; es nuestro abrazo y juego; la pintada y la pegada; es la fuerza y la palabra viva, encendida, compartida y sentida...”
Compañeras, hermanas, no saben cuánto nos hemos emocionado al ver las imágenes, las palabras, los espacios ceremoniales y de sanación que nos han llegado del Campamento. Hemos llorado, nos hemos llenado de esperanza, esa que tanto falta nos hace en los tiempos que corren. El Campamento hace ejemplo y camino que estará presente en nuestras propias rutas.
Después de varios meses el Campamento Feminista que hoy deviene en lugar de “control territorial frente a la Corte Suprema de Justicia”, nos inspira a multiplicar su ejemplo en toda la región y el mundo. Un Campamento Feminista para las presas políticas de Nicaragua, para las defensoras desaparecidas y amenazadas en México, para las feministas difamadas dentro y fuera de las redes sociales en El Salvador; para las defensoras perseguidas por defender sus territorios en Guatemala.