Luego de manifestarse por la defensa y recuperación de sus territorios y exigir la aparición con vida de los cuatro jóvenes garífunas desaparecidos de manera forzada hace más de dos años, Miriam Miranda, coordinadora de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), es ahora perseguida por los delitos de privación ilegal de la libertad y perturbación del orden público al igual que los defensores de derechos humanos Luther Castillo Harris y Edi Tabora.
El 9 de agosto de 2022, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, las comunidades indígenas y garífunas organizadas en la OFRANEH, tomaron de manera pacífica y en el uso de su legítimo derecho a la protesta las instalaciones del Ministerio Público en Tegucigalpa.
Como medida de protesta y ante las graves violaciones a los DDHH que la población garífuna viene enfrentando, la OFRANEH y representantes de otros pueblos originarios se movilizaron desde sus territorios para alertar a la comunidad nacional e internacional sobre la difícil y urgente situación que atraviesa el pueblo garífuna y exigir al Estado hondureño la aparición con vida de los cuatro jóvenes garífunas de Triunfo de la Cruz, así como el efectivo cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre las comunidades de Punta Piedra y Triunfo de la Cruz.
Desde el 8 de octubre de 2015 la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió sentencias a favor de las comunidades garífunas de Triunfo de la Cruz en la bahía de Tela y Punta Piedra, por violación del derecho a la propiedad colectiva sobre el territorio ancestral, y el derecho a la consulta previa libre e informada. Han pasado siete años y el Estado se niega a cumplir dichas sentencias.
Cabe señalar que durante la toma de las instalaciones por parte de la OFRANEH, ninguna de sus demandas y preocupaciones fueron escuchadas. Tras permanecer por un par de horas dentro del Ministerio Público, la Organización Fraternal Negra Hondureña, a través de su coordinadora Miriam Miranda, emitió un pronunciamiento donde condenaba la inoperancia, la discriminación racista, así como el desconocimiento de los derechos ancestrales de autonomía y de libre determinación del pueblo garífuna por parte de las autoridades.
Los territorios de las comunidades garífunas son continuamente invadidos por terceros y desplazados por empresarios. Han expoliado los bienes naturales, sustraído su conocimiento ancestral y sus habitantes han sido víctimas de persecución, criminalización, judicialización, encarcelamiento, desaparición forzada y asesinatos.
Desde la IM-Defensoras y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras denunciamos y condenamos esta nueva agresión contra Miriam Miranda y la OFRANEH, así como la situación de persecución, racismo y hostigamiento que enfrentan las comunidades garífunas.
Asimismo, respaldamos las demandas legítimas y ancestrales del pueblo garífuna, y hacemos un llamado al Estado hondureño para que sus derechos territoriales ancestrales sean restituidos, y que su identidad y autonomía sea respetada.