Desde el pasado 20 de octubre, organizaciones, movimientos sociales y multitud de personas se están manifestando en las calles de buena parte del territorio panameño para protestar contra la extensión por 40 años del contrato que le permite a la empresa canadiense First Quantum Minerals seguir extrayendo cobre de una mina ubicada en un corredor biológico protegido. Dicha extensión fue aprobada por el Congreso sin consulta pública y por la vía rápida.
La respuesta del Estado ha sido reprimir las protestas a través del uso de la fuerza, detenciones arbitrarias, gases lacrimógenos, entre otras agresiones perpetradas por las fuerzas de seguridad, entre las que destacan, por su gravedad, el asesinato de los docentes Abdiel Díaz, Tomás Milton Cedeño e Iván Rodríguez. Ante la violencia estatal, una diversidad de organizaciones de docentes, movimientos sociales y populares han declarado una huelga indefinida en el país.
Estas protestas tienen relevancia para toda Mesoamérica y paras luchas de comunidades y defensoras en todo el planeta, pues se trata de un amplio movimiento popular de impugnación del modelo extractivista, así como del capitalismo “verde” que, desde su óptica colonial, considera los países mesoamericanos como lugares de saqueo y despojo para asegurar la transición energética del primer mundo.
Desde la IM-Defensoras expresamos nuestro rotundo rechazo a la violencia y nuestras condolencias a las familias de los compañeros asesinados. Nos solidarizamos con esta digna lucha y exigimos el alto inmediato a todo acto represivo.
Reconocemos el liderazgo y aporte de las defensoras de derechos humanos de Panamá que desde diversas organizaciones y comunidades forman parte de las protestas.
Esperamos que la Suprema Corte de Justicia cumpla con su obligación de pronunciarse a favor de la demanda de inconstitucionalidad de la Ley 406 que permite la extinción del contrato de la empresa canadiense y que con ello se siente un referente para lograr una moratoria total de la minería en el país.